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miércoles, 10 de junio de 2009

¡AQUÍ NO PEGAMOS LOS OJOS!!
La fiesta de Manu Chao y Radio Bemba en Cosquin Rock 2009

3 escenarios simultáneos, bandas para todos los gustos, un predio colmado de gente 3 noches seguidas…
A pesar de que las primeras noches del Cosquín fueron exitosas, había algo más que iba a tardar una semana en ser. La última noche: la 4º fecha agregada a las apuradas, que hasta último momento mantuvo expectante al público con respecto a las bandas que compartirían el escenario en esa ocasión. Ya que lo que se sabía en la página oficial del festival y de Nueva Tribu (Organizadora del Festival Federal) era la presentación ni más ni menos de Manu Chao. El trovador cosmopolita que aferra el sentido de comprometida pertenencia con cada porción de los países que visita, volvería a presentarse en vivo en Argentina dentro del “tombolatour 2009”.
Ya las primeras noches del Cosquin Rock estaban en el recuerdo cuando el esperado y tan anhelado día llegó. Ese viernes soleado de Febrero congregó desde muy temprano grandes cantidades de personas que llegaron al predio. Todos estábamos reunidos por algo en común, esperando lo mismo, simplemente embriagados de felicidad por tener la posibilidad de vivir lo que iba a ocurrir. No hubo que esperar demasiado para ver desplazarse a los primeros músicos por el escenario, el caso de Negro Cheto que con unos amigos rapearon al son de los aplausos de la gente que estaba sentada en el pasto. Continuaron los excelentes Radio Roots, que lograron que todos se pusieran a bailar con sus letras y ritmos pegadizos y alegres. Karamelo Santo y Kapanga se encargaron de que la gente se pusiera en sintonía, mucho baile y mucho pogo en la Comuna.
Ya era de noche, y se empezaba a sentir la ansiedad por Chao, la gente alborotada coreaba su nombre mientras se abalanzaban con rapidez hacia adelante, todo fuera para ver el recital cerca del escenario. Los integrantes de Radio Bemba rápidamente ocuparon sus respectivos lugares con sus instrumentos, mientras se escuchaban los gritos incesantes del público. Fueron segundos los que tardó Manu Chao en hacer su entrada triunfal. Cuando él apareció la gente enloqueció -no era para menos-. Estábamos frente al mismo, que hace décadas atrás, antes de toparse casi de casualidad con el éxito internacional con Mano Negra, participó de cuanta banda pudo –el caso de Hot Pants, Los Carayos, Les casse-pieds, The dirty district y otros que sólo Manu sabe- en Francia.

Escuchar el recital en vivo es algo indescriptible, las palabras quedan pequeñas e insuficientes. Pienso en ello y mi mente se inunda de recuerdos y sólo atino a sonreír. ¿Qué destacar? No sólo la interpretación de los temas de la consagrada Mano Negra –versión Manu Chao por supuesto-, y asimismo la de los discos de su carrera solista incluso la presentación de su nuevo trabajo “La Radiolina”, sino también que toda canción cantada por él y acompañada por Radio Bemba es sinónimo de originalidad, calidad escénica y musical. Con pasión y carisma, Manu nos habla al corazón sobre la esperanza, ilusiones, amor, mentiras, tristeza y desengaños, desde el lugar donde mejor trabaja la empatía para fortalecer relaciones de identificación con el público. Incluso al golpearse prolongadamente el pecho con el micrófono, Chao parece intensificar la idea de que se ha dejado todo sobre el escenario. La respuesta de la gente frente a la Radiolina del Manu se materializó mediante gritos, sonrisas, más gritos, coros, saltos, y muchísima alegría. Canciones como “rainin in paradize” incentivan a combatir las injusticias cotidianas desde cualquier posición y, melodías tiernas como “a cosa” dan ganas de consumirse a besos con cualquier persona que se preste a lo mismo.
El intenso trabajo corporal sumado a la simpatía permanente que toda Radio Bemba contagia desde el escenario anula toda necesidad de suplementos técnicos fuera de lo musical. Estando allí, viendo la química, la interacción del público y la banda, era difícil no decir precipitadamente, y con mucha seguridad que estábamos presenciado el mejor escenario y el mejor recital de todo el Cosquín Rock. Y muchos lo seguimos sintiendo y afirmando. Por ello podemos jugar, y decir (y esperar) que diciendo “espectacular” alcance para describir un recital de 2 horas y media al palo, sin parar. ¿Alcanza? No lo sé.
Por todo lo vivido y percibido fue una sorpresa percatarnos que después de tremendo cierre del festival, no hubo cobertura de ningún medio nacional y solamente algún que otro comentario, superficial y estructurado de parte de diarios digitales de Córdoba Capital. Ni siquiera la página oficial del Cosquín Rock, ni la página de Nueva Tribu (Organizadora del evento) realizaron crónicas del cierre, siendo que después de cada noche escribían largos artículos acompañados con fotografías. En cambio sí se escribió mucho acerca de los recitales que continuaron la gira de Chao por la Argentina, especialmente en Buenos Aires. Para las miles de personas que estuvimos en Córdoba sabemos que aunque no se escribió nada de “nuestro recital”, fue el mejor.
texto de Jaqueline Jumpin Flash y Charly Esperanza.

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